Matheo Cervantes

Dominio del idioma español:

Excelente manejo del español, tanto en gramática, vocabulario, pronunciación como en aspectos culturales.

Conocimiento de las variedades dialectales del español (español de España, Latinoamérica, etc.).

Formación en enseñanza de ELE:

Formación específica en la enseñanza de español como lengua extranjera (cursos, certificaciones o estudios universitarios).

Conocimiento de metodologías y enfoques pedagógicos para la enseñanza de idiomas.

Habilidades comunicativas:

Capacidad para explicar conceptos de manera clara y sencilla.

Paciencia y empatía para entender las dificultades de los estudiantes.

Habilidad para adaptar el lenguaje según el nivel del alumno (desde principiantes hasta avanzados).

Conocimiento cultural:

Comprensión y transmisión de aspectos culturales, sociales y tradiciones de los países hispanohablantes.

Sensibilidad hacia las diferencias culturales de los estudiantes.

Creatividad y dinamismo:

Uso de materiales didácticos variados (libros, audios, videos, juegos, etc.).

Diseño de actividades interactivas y prácticas que fomenten la participación activa del estudiante.

Flexibilidad y adaptabilidad:

Capacidad para personalizar las clases según los intereses, objetivos y ritmo de aprendizaje del estudiante.

Adaptación a diferentes estilos de aprendizaje (visual, auditivo, kinestésico, etc.).

Habilidades tecnológicas:

Manejo de herramientas digitales para clases en línea (plataformas virtuales, aplicaciones, recursos multimedia).

Uso de tecnologías educativas para hacer las clases más dinámicas y efectivas.
Responsabilidades:
Evaluación inicial:

Realizar una evaluación del nivel de español del estudiante (oral, escrito, comprensión auditiva y lectora).

Identificar las necesidades y objetivos del alumno (español para negocios, viajes, estudios, etc.).

Planificación de clases:

Diseñar un plan de estudios personalizado.

Preparar materiales y actividades adecuados al nivel y objetivos del estudiante.

Enseñanza de habilidades lingüísticas:

Trabajar las cuatro habilidades principales: hablar, escuchar, leer y escribir.

Enfocarse en la pronunciación, gramática, vocabulario y uso práctico del idioma.

Retroalimentación y seguimiento:

Proporcionar correcciones constructivas y sugerencias para mejorar.

Realizar evaluaciones periódicas para medir el progreso del estudiante.

Motivación y apoyo:

Fomentar la confianza del estudiante en el uso del español.

Crear un ambiente de aprendizaje positivo y motivador.